Costa Rica defiende su política migratoria y rechaza acusaciones de violaciones a derechos humanos
Costa Rica
El canciller de Costa Rica, Arnoldo André, aseguró este miércoles que el país ha respetado plenamente los derechos humanos de los 200 migrantes recibidos desde Estados Unidos en febrero, entre ellos 81 menores de edad.
Durante su comparecencia ante el Congreso, André explicó que el acuerdo con Estados Unidos para la recepción y repatriación de migrantes se ha llevado a cabo con un "espíritu de cooperación y solidaridad", garantizando asistencia humanitaria a los afectados. Aseguró que EE.UU. está cubriendo los costos de su estancia y repatriación, y que Costa Rica está comprometida con un proceso ordenado y seguro.
"Costa Rica es un país serio y responsable en su política exterior. Estamos garantizando el retorno seguro de estas familias a sus países de origen o a una tercera nación segura", declaró el canciller.
Según André, de los 200 migrantes, 69 ya han regresado a sus países, 34 están en proceso de retorno y 97 aún esperan definiciones. Ninguno ha solicitado asilo o refugio en Costa Rica.
Los migrantes, provenientes de diversos países como Nepal, China, Rusia, India, Congo, Afganistán, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Ghana, Irán, Jordania, Kazajistán, Turquía, Uzbekistán y Vietnam, fueron trasladados al Centro de Atención Temporal para Migrantes (CATEM), ubicado en el sur del país, donde reciben asistencia médica, alimentaria y hospedaje. No se les permite abandonar las instalaciones por razones de seguridad.
Sin embargo, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció presuntas irregularidades en el tratamiento de los migrantes. Según un informe publicado el martes, algunos de ellos habrían expresado intenciones de solicitar asilo tanto en EE.UU. como en Costa Rica, pero sus peticiones no fueron procesadas. HRW también señaló que los migrantes tienen acceso a sus teléfonos y pueden comprar datos, pero sus pasaportes y documentos de identidad son retenidos por las autoridades.
Michael Garcia Bochenek, asesor de HRW, criticó la situación, instando a Costa Rica a garantizar que ningún migrante sea enviado a un lugar donde su seguridad esté en riesgo. También denunció que las condiciones en el CATEM no son adecuadas para los niños, ya que carecen de acceso a educación, actividades recreativas y enfrentan un clima húmedo que afecta su bienestar.
Ante estas críticas, el Gobierno costarricense ha reiterado su compromiso con el respeto a los derechos humanos y ha insistido en que el proceso de atención y repatriación se está llevando a cabo de manera responsable y transparente.
Fuente: SWI
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